Yo no tengo insomnio, tengo diálogos profundos con mi almohada...
De regreso después de unos días fuera de casa (la verdad ya quería regresar) llegué, me puse la pijama y mi cama me recibió con ganas de platicar cuando ya es hora de dormir (según yo) pero al parecer a mi cama le vale madre por lo que el diálogo con mi almohada ha comenzado desde hace rato y no para.
Cierro los ojos pensando que la conversación ha terminado y los vuelvo a abrir porque olvidamos comentar un punto importante;
- ¿y si dejamos el tema para mañana?
- no, no, mejor lo terminamos hoy
- pero no creo que lleguemos a ninguna conclusión, la cosa esta cabrona, no crees?
- sip puede ser, pensé que era más sencillo, mmm tienes razón mañana platicamos, buena noche!!!
- buena noche!!!
(2 minutos después)
- psst psst ¿ya te dormiste?
- nop, solo han pasado 2 minutos ¿qué pasó?
- ¿y si mejor seguimos platicando?
- pero, ¿de lo mismo?
- si si aunque el tema está cabron ¿no?
- pues si por eso dijimos que mejor mañana le seguimos
- ok, buena noche!!!
- buena noche!!!
(2 minutos después)
- psst psst ¿ya te dormiste?
- nop, solo han pasado 2 minutos ¿qué pasó?
- nada, mejor mañana te digo
- ¿todo bien?
- si, si mañana platicamos
- ok, buena noche!!!
- buena noche!!!
Al final de 2 minutos en 2 minutos me he dado cuenta que son las 3.36 am y aunque mañana estaré en modo zombie he de reconocer que la platica se puso buena, aquel tema tan cabrón que parecía muy enredado le dimos tantas vueltas que al parecer ya sólo le quedan algunos nuditos, esos sí ya los vemos mañana, por lo pronto es momento de dormir claro si es que a mi almohada no se le ocurre llamarme de nuevo.
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