Admiro a los viejitos que caminan por la vida...
Sabe, el otro día que le vi despertó en mí una chispa que me hizo escribir en su honor, empiezo por decirle que verle caminar es un gozo que me regala la vida, le veo avanzar despacio y aunque el peso de los años le ha encorvado valoro ese esfuerzo titánico por levantar la mirada sabiendo que tarde o temprano llegará a su destino.
Sabe, hoy que le escribo le puedo decir que me quedo con sus manos arrugadas y alargadas por esos dedos chuecos, salpicadas de lunares y adornadas con venas saltonas, en ellas puedo admirar el fruto de lo que ha creado, fruto sembrado y cosechado con amor, pero con ese amor del bueno que es capaz de dar a manos llenas.
Sabe, ojalá también me pueda quedar con su mirada, esa mirada que irradia paz, silencio y sabiduría, no sé si sepa pero cuando le miro sus ojos brillan de una manera particular, me llena de cariño, me honra su presencia, hace que el corazón lata fuerte, ya sé que no nos conocemos pero estoy agradecido por la oportunidad de encontrarle.
Sabe, la verdad no sé si nos volvamos a ver por estos lugares pero le puedo decir que me voy tranquilo porque la vida ha hecho de este encuentro, un instante increíble y bien dicen que la vida se mide por instantes, por este tipo de instantes. Aunque no sé si nos volvamos a ver le puedo decir que con esa corta pero profunda mirada y esa cálida caricia ha marcado mi vida para siempre.
Sabe, le quiero decir que reconozco en usted las raíces profundas de una historia que esconde bajo cada una de esas arrugas que hoy le acompañan, encontrarle me alimenta el corazón, espero que en ese momento en el que nuestras miradas se cruzaron encuentre en mi la esperanza y la responsabilidad de que aquello que sembró ha quedado en buenas manos.
Sabe, por ultimo le comparto mi deseo profundo para que la vida le siga dando la fuerza que le permite mover ese cuerpo que a veces se torna pesado y parece estar cansado, pero también le comparto que estará presente en mis oraciones para que cuando llegue el momento esa fuerza le pueda llevar a ese lugar en el que estoy seguro que nos volveremos a encontrar.